18 oct 2011

Filtros

Hacía mucho que no salía de casa por la noche, entre semana, y mucho menos sin Hiroko. Regresé antes de las doce, solo para bañarme y perder el sueño.

Estoy intentando anotar algo en la interfaz de Blogger que se niega a cargar. La débil señal de la red carga mejor en la recámara. Pero no quiero acercarme a la recámara para no perturbar a mi pareja, ya dormida (siendo sincero, ella es de sueño pesado… mas es cuestión de principios).

Ahora llega el dilema. Me la pasé muy bien, pero no todo lo quiero compartir. Qué hago, qué digo, qué es apropiado y qué no lo es… son preguntas necesarias, filtros que permiten pulir la imagen transmitida. En exceso, sin embargo, se convierten en obstáculos, y no sale nada.

Diré, sin embargo, que me la pasé bien, que no es algo que haría todos los días, pero estuve a gusto. Extrañaba esa sensación.

Un filtro.

Filtros van, filtros vienen. En nuestra vida diaria, necesitamos de ellos para interactuar debidamente. No decir groserías en lugares inadecuados; saber cuándo llamar de tú o de usted; desplegar familiaridad y confianza con ciertas personas y con otras no.

Muchos filtros son automáticos y ni nos damos cuenta de ellos; los hemos aprendido temprano, como parte integral de la relación con los demás. Como son integrales, cuando aplicamos dichos filtros estamos reflejando cómo nos percibimos en relación a la gente y al medio en el que nos estamos desenvolviendo en ese momento; es una medida comparativa entre la posición propia y la de los (posibles o efectivos) interlocutores. Así, como comparación, es posible extrapolar de ese comportamiento propio sus dos factores: cómo es el ambiente y cómo se ve la persona a sí misma (en relación a ese ambiente).





Otros filtros.



La empatía de cada persona ayudará al proceso de entender los filtros ajenos, pero solo en la medida de su comparación con los propios.

Con todo, quien logra entender ese proceso innato, tanto en sí mismo como en los demás, logra entender más allá de los significados aparentes. Logrará ver más claramente a la persona detrás de las palabras y los actos; podría tener una conciencia más clara de su psique, su espíritu.


Aún otro tipo de filtro.



Hay muchas otras cosas que quisiera decir, pero por hoy aplicaré otro filtro: el de la continencia. Mejor evitar la excesiva verborrea… estoy seguro de que nadie querrá leer posts tan largos, de todas formas. Aunque, si eres de las personas que de hecho leen, te regalo, en agradecimiento, este enlace hacia muchas fotos de gatitos.

1 comentario:

Olga dijo...

FIltros van, filtros vienen :D concuerdo totalmente con tu post!!!!!!!